EL MODO DE PRODUCCIÓN CAPITALISTA
AUTORES:
García Ana C.I.: 24.027.080
Pérez Floribeth C.I.: 23.543.058
Sifontes Yusbely C.I.: 25.262.614
Zamora Roxand C.I.: 24.666.878
NACIMIENTO
DEL TIPO DE ECONOMÍA MERCANTIL
El mercantilismo
es una corriente del pensamiento económico surgida en el período de
descomposición del feudalismo y de emergencia del capitalismo, cuyo desarrollo
puede ubicarse en la primera mitad del siglo XVII, aunque su aparición se remonta
a los siglos XV y XVI, en Europa Occidental.
En tal contexto
histórico, el mercantilismo expresó los intereses del capital mercantil. El
desarrollo del comercio y del crédito fue paulatinamente permitiendo que las
ciudades medioevales se fueran especializando y enlazando e incluso se
establecieran fuertes alianzas entre ellas, de modo que favorecieron la
expansión de las relaciones internacionales del comercio y el crédito y, con
ello, la aparición de una potente clase de capitalistas mercantiles y prestamistas.
Una vez que el capital industrial y, consecuentemente, la industria,
prevalecieron sobre el comercio, el capital comercial fue subordinado por el
primero, dando lugar a la rápida desaparición del mercantilismo. El desarrollo
de las fuerzas productivas proporcionó la base necesaria para el nacimiento del
tipo de economía capitalista.
LA PRODUCCIÓN MERCANTIL
La Producción Mercantil
es una organización de la economía social, en donde los productos son
elaborados por trabajadores sueltos y aislados, los productos no se destinan al
consumo, si no a la venta, al cambio en el mercado donde las relaciones entre
los hombres, actúan como relaciones entre cosas. Bajo el capitalismo, la
producción mercantil se basa en la propiedad capitalista privada sobre los
medios de producción y en el trabajo asalariado de los obreros. La producción
mercantil, bajo el socialismo, se diferencia en que la propiedad es social y no
privada.
La
mercancía y sus cualidades
La mercancía son
valores de uso que satisfacen necesidades, que llevan trabajo invertido y están
destinadas al intercambio. La mercancía es un objeto material externo capaz de satisfacer
necesidades que tiene trabajo incorporado, y que está dirigido al cambio a
través de un acto de enajenación teniendo como destino final el mercado. La
mercancía tiene ciertas propiedades o características: es un objeto material,
satisface necesidades, está destinada al intercambio y tiene trabajo
incorporado.
También tiene cualidades:
- Utilidad: está condicionada con las cualidades materiales de la mercancía y esta determina el trabajo concreto.
- Cantidad: Significa que la mercancía debe medirse por el trabajo que ella encierra. Se mide por la cantidad de sustancia creadora del valor, es decir del trabajo que encierra.
La mercancía se da con la división social
del trabajo, y el trabajo está dividido en dos partes:
- Trabajo concreto: Es útil, especifico, ya que posee una finalidad específica y valores de uso que es la riqueza material.
- Trabajo abstracto: El trabajo de los productores de mercancías, concebido como inversión de su fuerza humana de trabajo en general, independientemente de la forma concreta que revista, es el trabajo abstracto, este crea el valor de la mercancía.
- Trabajo simple: es el empleo de la fuerza de trabajo que todo obrero común por término medio posee, sin necesidad de una preparación especial.
- Trabajo complejo o calificado: Se requiere para su realización una preparación especial, es la sumatoria de los trabajos simples. Se requiere una mayor inversión de recursos para preparar la fuerza de trabajo.
- Trabajo privado: Es el trabajo individual que los productores de “Mercancías” en forma aislada realizaban los unos de los otros.
- Trabajo social: Es en el que se satisfacen las necesidades en el mercado, en la compraventa de “Mercancía” es decir es cuando uno trabaja y utiliza elementos que fueron creados por otras personas o la naturaleza.
Es el tiempo que se necesita para
elaborar una mercancía en las condiciones de producción socialmente normales.
En la economía mercantil basada en la propiedad privada, la magnitud del tiempo
de trabajo socialmente necesario para elaborar un producto se establece
espontáneamente en el curso de la competencia entre los productores de
mercancías. El tiempo de trabajo socialmente necesario determina la magnitud
del valor de la mercancía.
Los capitalistas en cuyas empresas
el tiempo individual de trabajo es menor que el socialmente necesario perciben,
además de la ganancia habitual, una plusvalía extraordinaria. Los fabricantes
que producen una mercancía sobre la base de un tiempo individual de trabajo
mayor que el socialmente necesario, sufren pérdidas y se ven obligados a
mejorar la técnica de la producción, a elevar la productividad del trabajo.
En la economía socialista, la
magnitud del tiempo de trabajo socialmente necesario se forma bajo la acción
planificada del Estado. Debido al crecimiento incesante de la productividad del
trabajo social, se crean condiciones para reducir sistemáticamente, según un
plan, el tiempo de trabajo socialmente necesario.
La naturaleza del dinero
El dinero es un
instrumento de cambio, que no puede existir a menos que existan bienes
producidos y hombres capaces de producirlos. El dinero es la forma material del
principio que los hombres que desean tratar entre sí deben hacerlo por
intercambio y dando valor por valor. El dinero no es el instrumento de mendigos
que claman tu producto con lágrimas, ni el de saqueadores que te lo quitan por
la fuerza.
El dinero es la
invención del hombre, sin embargo, a lo largo de la historia se han ido
comprendiendo diversos aspectos de la economía que reflejan la existencia de la
naturaleza del dinero. Uno de los comportamientos más importantes de la
economía es la apariencia de lo que es escaso y lo que es útil, ya que marca la
pauta sobre como apreciamos las cosas. Es claro que conforme van cambiando los
intereses de los humanos, al mismo tiempo cambia lo valioso y lo útil, por el
valor que tienen los metales preciosos de igual manera la creación de los
estándares de papel y la moneda guardando gran valor real.
Otra tendencia
natural de la economía es la propia depreciación y la inflación, es decir entre
más dinero circule menos valor tiene, respondiendo al principio de la escasez.
El
fetichismo de la mercancía en el capitalismo
El fetichismo de
la mercancía es la materialización de las relaciones de producción inherentes a
la economía mercantil basada en la propiedad privada sobre los medios de
producción. Esta materialización posee un carácter objetivo. Los nexos sociales
entre los productores privados únicamente se manifiestan en el mercado, en el
proceso del cambio de sus mercancías. Nadie controla ni regula conscientemente
estos nexos, que se desarrollan espontáneamente. Las relaciones entre los
productores aparecen como relaciones entre los productos del trabajo humano.
Esta forma específica de la expresión de las relaciones sociales se halla
condicionada por el peculiar carácter social del trabajo que produce
mercancías. En la producción mercantil basada en la propiedad privada, los
frutos del trabajo son productos de trabajos privados independientes entre sí.
Al mismo tiempo, entre los productores privados existe una estrecha conexión y
dependencia recíproca basada en la división social del trabajo.
CAPITAL Y PLUSVALÍA
El capital es un concepto básico de
la economía moderna. Según Marx, “el capital es la potencia económica, que lo
domina todo, de la sociedad burguesa. Debe constituir el punto de partida y el
punto de llegada”.
Por su parte, Osorio, (2000), lo
define como: “Son capital los bienes a los cuales se renuncia por un tiempo y
los que se adquieren a consecuencia de ese renunciamiento y de los cuales se
obtendrán goces demorados pero mayores; son capital los salarios que se abonan
transitoriamente en dinero o especies, así como la riqueza empleada para
ayudarnos a producir más riqueza”.
Walras, entiende por capital las
riquezas duraderas, es decir que sirven para varios actos o ciclos de
producción. Los bienes que se consumen
del primer uso, constituyen para Walras, renta.
Sus ideas se fundamentan en la duración, que nada tiene que ver con la
producción. Se dice: “Nada más duradero
ni más improductivo que la Gran Pirámide”.
Dinero
y capital
En principio el dinero y el capital
pueden ser lo mismo, pero algunos autores como Marx han opinado diferente.
Según la conceptualización de los autores, el dinero como simple medio o
elemento de intercambio de mercancías seguirá siendo dinero en su forma más
simple, pero cuando ese dinero permite obtener una ganancia o utilidad en el
intercambio de mercancías, se convierte en capital.
El dinero se utiliza para comprar
bienes y servicios. Cuando este proceso es desarrollado por los consumidores
estamos hablando de simple dinero. Pero si este proceso es realizado por
empresarios, el dinero puede convertirse en capital puesto que el comerciante
durante ese proceso obtiene una ganancia, obtiene un dinero adicional, el cual
se convierte en capital.
La
fuerza del trabajo como mercancía
La fuerza de trabajo es la mercancía
cuyo valor de uso tiene la propiedad de ser fuente de valor (el trabajo crea
valor). Las condiciones para que la fuerza de trabajo sea mercancía son:
- La fuerza de trabajo no debe ser un valor de uso para su dueño
- El obrero debe ser un hombre libre, para poder vender su fuerza de trabajo. Es libre de elegir con que capitalista trabajar
- El obrero debe ser separado, “libre” de los medios de producción. el trabajador carece de la posibilidad de ofrecer otra mercancía que no sea su propia capacidad de trabajo.
La
Ley del Valor
Es una ley económica
de la producción mercantil o ley del intercambio equivalente de mercancías, de
modo que la producción y el cambio de las mismas se efectúan a tenor del
trabajo socialmente necesaria invertido en ellas. En la economía mercantil
basada en la propiedad privada, la ley del valor regula espontáneamente la
distribución de los medios de producción y de trabajo entre las distintas ramas
de la economía nacional.
Esta ley actúa en
todas las formaciones socio económicas basadas en la propiedad privada sobre los
medios de producción y constituye un regulador espontáneo de la producción
mercantil.
La
producción de plusvalía
La plusvalía es la cantidad de valor
que no es remunerado al trabajador dentro de su salario. El capital,
justamente, se define por la concentración de fuerza de trabajo que es la única
que genera valorización del dinero. La jornada laboral está dividida en dos
partes: la primera, el tiempo necesario, la segunda el tiempo excedente.
(Ejemplo, el obrero trabaja 8 horas, pero de esas ocho le son remuneradas sólo
4, lo demás es plusvalía: explotación capitalista).
La plusvalía puede ser absoluta y
relativa:
- Plusvalía absoluta: se intenta aumentar directamente el trabajo excedente por medio de un aumento en la intensidad del trabajo (reducir tiempos muertos) o de un alargamiento de la jornada laboral (aumentar el trabajo que no es remunerado en el salario). Esta plusvalía tiene límites naturales, es decir no se le puede hacer trabajar al obrero más de una cierta cantidad de horas.
- Plusvalía Relativa: se intenta reducir el trabajo necesario y aumentar el excedente. Hay dos formas:
- Incrementar la productividad del trabajo: incorporando nuevos bienes de capital/tecnología u organizando más eficientemente el proceso de producción.
- Abaratamiento de los medios de subsistencia del trabajador: abaratamiento del salario: baja del trabajo necesario y se aumenta indirectamente el trabajo excedente.
La jornada de trabajo es el tiempo
del día durante el cual el trabajador labora en una empresa o institución. La
naturaleza social de la jornada de trabajo es determinada por las relaciones de
producción que dominan en la sociedad. La jornada de trabajo se divide en
tiempo de trabajo necesario y tiempo de trabajo adicional.
Los términos máximos de duración de
la jornada de trabajo, en el régimen capitalista, dependen de dos tipos de
factores. Por una parte, dependen de los límites físicos en que puede usarse la
fuerza de trabajo, pues el obrero necesita cierto tiempo para el sueño, el
descanso, la comida y la satisfacción de otras necesidades físicas
indispensables. Por otra parte, dependen de exigencias de carácter social y
moral; el obrero necesita tiempo para satisfacer sus necesidades espirituales y
sociales, cuyo nivel y carácter dependen del estado general de la cultura en un
país dado, del grado de desarrollo de la clase obrera y de la lucha clasista
del proletariado.
EL SALARIO
Es el precio de los servicios
económicos, la cantidad de riqueza que se obtiene en cambio de un esfuerzo
productivo, hecho por cuenta ajena. EI salario es la retribución fija del
trabajo, la que el empresario le anticipa y asegura tomando sobre sí los
riesgos y haciendo suyos los beneficios de la industria.
El salario puede fijarse de forma
bilateral, por acuerdo entre las dos partes contratantes (empresario y
trabajador), o ser objeto de negociación colectiva, entre los sindicatos y las
organizaciones empresariales. En el salario del trabajador hay que incluir
tanto las retribuciones directas, en dinero o en especie, como las indirectas:
casa, escuela gratuita para sus hijos, manutención, casa de vacaciones gratuita
o por un alquiler inferior al del mercado, etcétera, siempre que se obtengan
por razón del trabajo o servicio prestado.
Un buen sistema salarial debe reunir
las siguientes condiciones de orden psicológico:
- el sistema debe ser fácil de comprender y el salario fácil de calcular por el obrero;
- el sistema debe ser conocido con anterioridad a la ejecución del trabajo;
- el salario debe pagarse lo antes posible después de efectuar el trabajo, y
- el salario debe ser más elevado cuanto mayor sea el esfuerzo y la productividad del trabajador.
Marx analiza la manera como el
precio de la fuerza de trabajo se transforma en salario. Según el marco teórico
que legitima a la sociedad burguesa, el salario que percibe el trabajador es
una suma de dinero que se paga por el trabajo que realiza. Por un lado, se
habla del “valor del trabajo” y se denomina “precio natural” del trabajo a su
expresión en dinero. Por el otro, se habla de los “precios comerciales del
trabajo”, de los precios que se sitúan por encima o por debajo de su precio
necesario. El valor de una mercancía es “la forma materializada del trabajo
social invertido para su producción”. La magnitud de su valor se mide por la
magnitud del trabajo que encapsula. Para ser vendido en el mercado como
mercancía, el trabajo debe necesariamente existir antes de ser vendido. Si el
obrero estuviese en condiciones, enfatiza Marx, de dar a su trabajo una
existencia independiente, lo que en realidad haría sería vender mercancía y no
trabajo.
Salario
nominal y salario real
El salario es el precio que paga el
capitalista por comprarle su fuerza de trabajo al obrero, por determinado
tiempo. Una vez comprado, el capitalista puede hacer que el obrero trabaje por
el tiempo estipulado. El salario es el precio de la fuerza de trabajo. El
salario no es parte de la mercancía producida por el obrero; es parte de la
mercancía ya existente con la que el capitalista compra fuerza de trabajo. Lo
que el obrero produce para sí mismo es el salario.
El salario nominal es la
remuneración que recibe el asalariado por su trabajo mientras que el salario
real está relacionado con el índice de precios al consumidor.
En términos económicos, el salario
real muestra “realmente” si el poder adquisitivo del trabajador se ha visto
afectado por la inflación, es decir, una subida de precios.
La diferencia entre ellos es que el
salario nominal de un trabajador puede aumentar sin que se incremente su
bienestar, es decir, que los precios de los bienes y servicios pueden subir más
o en la misma proporción que los salarios nominales. Por ello, es el salario
real el que proporciona de forma efectiva lo que realmente alcanza a adquirir
el trabajador con su nómina.
Si el salario real aumenta es bueno
porque significa que el trabajador puede comprar más cosas, si baja significa
que tiene menos poder adquisitivo.
Tendencia
decreciente del salario real bajo el capitalismo
El nivel del salario real depende
del monto del salario nominal y del nivel de los precios de los bienes y
servicios indispensables al obrero y a su familia, así como de los impuestos
que sobre éste gravitan. En el capitalismo se observa la tendencia a que el
salario vaya a la zaga del valor de la fuerza de trabajo y a que disminuye el
nivel del salario real. Con su lucha (económica y política), los trabajadores
se oponen a que se rebajen los salarios, exigen que se eleven.
Pero bajo el capitalismo incluso
sosteniendo una lucha económica activísima, los obreros sólo pueden lograr, en
algunos períodos que los salarios se aproximen al valor, de la fuerza de
trabajo; no pueden librarse de la explotación capitalista. Esto sólo puede
alcanzarse como resultado de una amplia lucha política de la clase obrera por
liquidar el régimen capitalista y sustituirlo por el socialista.
La
lucha natural de los trabajadores contra la explotación capitalista
El capitalismo, en un siglo de
desarrollo ha incrementado enormemente su poder, no sólo a través de la
expansión por toda la tierra, sino también a través del desarrollo bajo nuevas
formas.
Con él, la clase obrera ha aumentado
en poder, en número, en concentración masiva, en organización. Su lucha contra
la explotación capitalista, por el dominio sobre los medios de producción,
también se está desarrollando continuamente y se tiene que desarrollar bajo
nuevas formas.
El desarrollo del capitalismo
condujo a la concentración del poder sobre las ramas principales de la
producción, en manos de los grandes intereses monopolistas. Estos están
íntimamente conectados con el poder estatal, y lo dominan; controlan la prensa
y dirigen la opinión pública.
El socialismo, erigido como la meta
de la lucha de los obreros, es la organización de la producción por el
Gobierno. Significa el socialismo de Estado, el mando de los funcionarios del
Estado sobre la producción y el mando de los gerentes, científicos, jefes, en
la fábrica. El socialismo fue proclamado la meta de la clase obrera cuando
buscaba en el Estado protección contra la clase capitalista por medio de
reformas sociales.
La meta de la clase obrera es su
liberación de la explotación. Esta meta sólo puede ser realizada por los obreros
mismos siendo dueños de la producción.
Los partidos políticos aspiran al
poder político y a la dominación en el Estado. Para este propósito, tienen que
ganarse a las masas de la población trabajadora. Así, los partidos de la clase
obrera erigen como su meta la conquista del poder político para gobernar en interés
de los obreros y abolir el capitalismo.
Por otro lado, la forma más fuerte
de lucha contra la clase capitalista es la huelga, en especial las que van contra
la tendencia de los capitalistas a incrementar sus ganancias mediante la disminución
de los salarios y el incremento de las horas o de la intensidad del trabajo.
Conclusión
Conclusión
El modo de producción capitalista
fue surgiendo en el seno del feudalismo en la Europa de la Edad Media, basado
en la amplia utilización de trabajo asalariado de los operarios. Marx lo define
como aquel que se centra en unas relaciones de producción basadas en la existencia
de proletarios desposeídos con los medios de producción, que pertenecen al
capitalista, por el que le venden su fuerza de trabajo a cambio de un salario.
Para Marx el beneficio del capitalista radica en que éste realiza el valor de
lo producido mediante la venta en el mercado, que genera un precio superior al
costo de producción si es que la actividad económica ha sido exitosa.
Sin embargo, el modo capitalista de
producción es más progresivo, pues ha elevado a un nivel superior el desarrollo
de las fuerzas productivas de la sociedad, ha aumentado sensiblemente la
productividad del trabajo social, ha llevado a cabo en proporciones inmensas la
socialización del trabajo y de la producción, ha incrementado en gran medida el
volumen de la producción y ha elevado su nivel técnico.
Dicho esto, y a pesar de haber desarrollado las fuerzas productivas sociales, el capitalismo, a juicio de muchos, también ha condenado a una gran parte de la sociedad, pues son fundamentalmente los capitalistas quienes se apropian de todos los beneficios que origina el incremento de la producción social.
LA ACUMULACIÓN CAPITALISTA
La acumulación capitalista es la transformación
de la plusvalía en capital. La fuente de la acumulación capitalista radica en
la plusvalía creada por el trabajo no remunerado de los obreros asalariados.
Los motivos propulsores de la acumulación del capital son la sed de ganancia de
los capitalistas y la competencia. La acumulación del capital tiene lugar en el
proceso de la reproducción capitalista ampliada.
La
reproducción capitalista simple y ampliada
La reproducción capitalista simple
es el proceso de renovación constante de toda la producción social capitalista
en escala invariable. Constituye un aspecto importantísimo de la reproducción
capitalista la realización de todo el producto social global en el mercado. Por
su valor, el producto social global se compone de c + v + p, (capital constante + capital variable + plusvalía). Por
su forma natural, se descompone en medios de producción y artículos de consumo.
Correspondientemente, toda la producción social se divide en dos grandes
secciones: I, producción de medios de producción, y II, producción de artículos
de consumo. El conjunto de la producción de ambas secciones constituye el
producto social anual. Si suponemos que el producto social global es de 9.000,
el esquema de la reproducción simple ofrecerá el siguiente aspecto:
Sección I: 4.000 c + 1.000 v
+ 1.000 p = 6.000 (medios de producción).
Sección II: 2.000 c + 500 v +
500 p = 3.000 (artículos de consumo).
La reproducción capitalista ampliada
es el proceso de renovación constante de toda la producción social capitalista
en creciente volumen. Cuando la reproducción es ampliada parte de la plusvalía
se capitaliza, es decir, se une al capital activo y se emplea para aumentar el
volumen de la producción. Así tiene lugar una acumulación del capital.
Parte de la plusvalía acumulada se
destina a la adquisición de medios adicionales de producción, y otra parte, a
la compra de fuerza de trabajo adicional. La realización del producto social
también es un aspecto importantísimo de la reproducción capitalista ampliada.
Si suponemos que el producto social global es de 9.000, el esquema de la reproducción
ampliada presentará el siguiente aspecto:
Sección I: 4.000 c + 1.000 v
+ 1.000 p = 6.000
Sección II: 1.500 c + 750 v +
750 p = 3.000
Concentración
y centralización del capital
La centralización del capital es el crecimiento
del volumen del capital por la unión de varios capitales en uno solo o por la
absorción de uno de ellos por otro. Este proceso significa que entre los
capitalistas se redistribuyen capitales ya acumulados. La particularidad del
proceso de centralización del capital estriba en que tal proceso refleja
relaciones sobre todo entre los propios capitalistas. Sirven de palanca para
acelerar la centralización del capital la lucha competitiva entre los
capitalistas y el desarrollo del crédito capitalista.
Se debe distinguir entre la
concentración simple y la centralización del capital. La concentración simple
es el efecto inmediato provocado por el desarrollo desigual sobre el
fraccionamiento de los capitales, cuya causa se observa en la forma de
incrementar la productividad del trabajo. Cada capital individual es un centro
de concentración, porque reúne en grado creciente los medios para la
valorización. Como esta valorización se encuentra sujeta a la ley de la
acumulación, pasa por la búsqueda del ahorro relativo de trabajo vivo.
El
desempleo como reserva industrial necesaria en el capitalismo
El “desempleo” muestra que el
objetivo del capitalismo no es la sociedad ni la necesidad humana, sino otra
cosa que condena a la existencia de cierta cantidad seres humanos “sin
trabajo”, sin “utilidad”, según el sistema.
Marx afirma en el capital que la Ley
General del Desarrollo Capitalista es la pauperización relativa y absoluta de
la clase trabajadora, y establece que la existencia de un “ejército industrial
de reserva” es directamente proporcional al crecimiento del capitalismo.
La historia del capitalismo en el
siglo XX es la historia de su decadencia y la decadencia de su cultura. Uno de
los índices claros de la decadencia es la infinita corrupción de la
aristocracia obrera que ha permitido el desmantelamiento de los pocos derechos
sociales ganados en más de un siglo de luchas obreras.
En esta nueva etapa, llamada “neoliberal” o
“globalización” el capital se concentra y centraliza, pero su acumulación
(generación de empleos) se mantiene estancada. engrosando día a día el ejercito
industrial de reserva del capitalismo.
La
depauperación inevitable de los trabajadores en el capitalismo
Es la reducción del nivel de vida
del proletariado bajo el capitalismo. Se manifiesta, ante todo, en el descenso
del grado en que se satisfacen las crecientes necesidades, materiales y
espirituales, de los obreros, en el empeoramiento de sus condiciones de trabajo
y de vida. La depauperación absoluta de la clase obrera, lo mismo que la
depauperación relativa del proletariado, es una consecuencia directa de la ley
económica fundamental del capitalismo (la Ley de Producción de la Plusvalía) y
de la ley general de la acumulación capitalista.
Una de las manifestaciones
esenciales de la depauperación absoluta del proletariado bajo el capitalismo
estriba en el descenso del salario real, con lo que se reduce el grado en que
se satisfacen las necesidades del obrero indispensables para la reproducción
normal de su fuerza de trabajo.
La
contradicción fundamental del capitalismo
La contradicción fundamental del
capitalismo es la contradicción entre el carácter social de la producción y la
forma capitalista privada de apropiarse el producto del trabajo. Esta
contradicción expresa el profundo antagonismo entre el trabajo asalariado y el
capital, entre las fuerzas productivas en desarrollo y las relaciones de
producción capitalistas que las encadenan. A medida que se desarrollan las
fuerzas productivas modernas, basadas en la gran industria maquinizada, la
producción va concentrándose más y más, la división social del trabajo
progresa, lo cual lleva a que se amplíen y se intensifiquen los nexos
económicos entre las diversas empresas y ramas de la economía.
En la producción de cada clase de
producto participan, directa o indirectamente, empresas de diferentes ramas de
la producción, centenares de miles y millones de obreros, agrupados en las
empresas capitalistas. El proceso de producción y de trabajo se socializa en
grado creciente. Sin embargo, tanto la producción como sus resultados no
pertenecen a quienes en realidad son sus creadores (los trabajadores), sino a
personas privadas, a los capitalistas, quienes utilizan la riqueza social para
obtener ganancias, y no en interés de toda la sociedad.
EL CAPITAL COMERCIAL Y LA GANANCIA
COMERCIAL
La ganancia
comercial (bajo el capitalismo) es la ganancia que obtiene el capital comercial.
Su fuente está en la plusvalía creada por el trabajo asalariado en el proceso
de la producción. Cuando existe la libre competencia, la ganancia comercial
equivale a la ganancia media. El capitalista industrial vende las mercancías a
los capitalistas comerciales no por su valor, sino por algo menos, lo cual hace
posible que los capitalistas comerciales obtengan la cuota media (general) de
ganancia. El capitalista comercial obtiene la ganancia en forma de diferencia
entre el precio de compra y el precio de venta de las mercancías a costa de la
plusvalía creada en el proceso de la producción. El capital comercial explota a
los pequeños productores estableciendo las denominadas "tijeras de los
precios". Es sobre todo característico de la época imperialista el
aumentar los precios sobre los artículos de consumo industriales y el reducir
los precios de las mercancías que se compran a los pequeños productores. Esto
conduce a una redistribución de los ingresos de los trabajadores en favor de
los capitalistas comerciales y al incremento de la ganancia comercial.
La
ganancia comercial y su origen
El capital comercial y usurario
precedieron históricamente al capital industrial. El capital industrial recorre
tres formas consecutivas: la monetaria, la productiva y la mercantil, que se
distinguen entre sí por sus respectivas funciones. Al alcanzar cierto grado de
desarrollo, estas formas del capital industrial se disocian y adquieren
carácter independiente. El capital comercial y el capital del préstamo se
desglosan del capital industrial. Se forman así, en el seno de la clase
capitalista, tres grupos copartícipes en la apropiación de la plusvalía: los
industriales, los comerciantes y los banqueros.
Por consiguiente, el capital
comercial interviene, unido al de los capitalistas industriales, en el proceso
de nivelación de la cuota de ganancia, como resultado del cual, tanto los
capitalistas industriales como los comerciales, perciben la cuota media de
ganancia en proporción al capital por ellos invertido. Cuando el capitalista
industrial vende su mercancía no realiza toda la ganancia creada en la
industria, sino solamente la parte que forma la ganancia media del capital por
el invertido.
Los
gastos de circulación
El proceso de
circulación capitalista de la mercancía requiere determinados desembolsos.
Estos desembolsos en la esfera de la circulación de la mercancía son los gastos
de circulación. Hay que distinguir dos clases de gastos capitalistas en la
esfera comercial:
- gastos netos de circulación, directamente enlazados con el proceso de compraventa de las mercancías y con las características del régimen capitalista. Entran en esta categoría los gastos determinados por la competencia y la especulación, las partidas de gasto de propaganda, la mayor parte de los desembolsos hechos para pagar el trabajo del personal comercial, para llevar la contabilidad y correspondencia, sostener las oficinas comerciales, etc.
- gastos impuestos por las necesidades proseguir en la esfera de la circulación, proceso de producción de las mercancías. Figuran aquí los desembolsos necesarios para el acabado, el transporte y el embalaje de las mercancías.
- Comercio al por mayor: El comercio al por mayor es el comercio entre los capitalistas industriales y comerciales. Se efectúa comúnmente en los centros de comercio mayorista: las bolsas de comercio, las ferias y las subastas.
- Comercio al por menor: El comercio al por menor es la venta de las mercancías por los capitalistas comerciales directamente a los consumidores. La orientación esencial del desarrollo del comercio al por menor bajo el capitalismo es su concentración en grandes almacenes, impuesta por el carácter universal de la demanda consuntiva y la competencia.
- Comercio cooperativo: En el comercio capitalista ocupa un modesto lugar la cooperativa de consumo y la de abastecimiento y venta. Las cooperativas de consumo, que agrupan principalmente a trabajadores de las ciudades, compran mercancías directamente a los productores y las venden a los consumidores a precios algo más bajos que en los almacenes pertenecientes a los capitalistas comerciales. Las cooperativas de abastecimiento y venta agrupan a pequeños productores preferentemente a campesinos, organizan las ventas más ventajosas de sus productos y la adquisición de los medios de producción necesarios.
Es un tipo especial de mercado en
que se compran y venden mercancías corrientes y homogéneas y donde se
concentran la oferta y la demanda de estas mercancías para países enteros y, a
menudo, para todo el mercado capitalista mundial. La finalidad de la bolsa de
comercio es la inversión. A diferencia del ahorro en un banco, con la compra de
acciones no se puede asegurar cuanto se ganará (ni si se ganará) sino que se
hacen previsiones teniendo en cuenta múltiples factores de la economía del país
y de las empresas que negocian sus acciones en particular.
El
comercio exterior
Se define como comercio
internacional, comercio mundial o comercio exterior al intercambio de bienes,
productos y servicios entre dos o más países o regiones económicas. Las
economías que participan del comercio exterior se denominan economías abiertas.
Este proceso de apertura externa se inició fundamentalmente en la segunda mitad
del siglo XX, y de forma espectacular en la década de 1990, al incorporarse las
economías latinoamericanas, de Europa del Este y el oriente asiático. Cada vez
existe mayor interrelación entre lo que ocurre en los mercados internacionales
y lo que sucede en la economía de un país determinado.
Los modelos del comercio exterior
son los siguientes:
- Modelo de la ventaja absoluta de Adam Smith: éste pensaba que las mercancías debían producirse en el país donde el coste de producción fuera más bajo y desde allí se exportaría al resto de países. Defendía un comercio libre y sin trabas para alcanzar y dinamizar el proceso de crecimiento, era partidario del comercio basado en la ventaja absoluta y creía en la movilidad internacional de los factores productivos. Según sus teorías, la ventaja absoluta la tienen aquellos países que son capaces de producir un bien utilizando menos factores productivos que otros, y, por tanto, con un coste de producción inferior.
- Modelo de David Ricardo. Teoría de la ventaja comparativa: De acuerdo con esta teoría un país siempre obtendría ventajas del comercio internacional, aun cuando sus costes de producción fueran más elevados para todo tipo de productos fabricado, porque este país tenderá a especializarse en aquella producción en la que comparativamente fuera más eficiente.
EL CAPITAL DE PRÉSTAMO Y EL INTERÉS
El
capital de préstamo
Es el capital
monetario que su poseedor concede a otros capitalistas por un determinado
tiempo y por una determinada remuneración en calidad de interés. Su
particularidad diferencial estriba en que quienes utilizan el capital pare
producir plusvalía no son sus propios poseedores, sino otras personas; los
capitalistas en funciones.
En el proceso del
ciclo del capital industrial se forman sistemáticamente recursos monetarios que
quedan libres por cierto tiempo. En su afán de obtener ganancias, los capitalistas
que disponen de tales recursos los ceden en préstamo a los capitalistas
industriales que los necesitan para ampliar la producción y aumentar la
plusvalía. El capitalista industrial devuelve al capitalista que concede el
préstamo y en forma de interés parte de la nueva plusvalía obtenida, es lo que
abona por el derecho de utilizar el capital del prestamista.
El
interés y la ganancia del empresario privado
La ganancia del
empresario es la parte de la ganancia media obtenida con capital tomado a
préstamo; se apropian de ella los capitalistas industriales y comerciales. Con
el fin de obtener mayores ganancias, los capitalistas, para ampliar la
producción, no sólo utilizan su propio capital, sino, además, capital de
préstamo, que obtienen de otros capitalistas que disponen de un excedente
monetario. Dicho capital se destina a la compra de medios de producción y de
fuerza de trabajo. Explotando el trabajo asalariado, el capitalista extrae
plusvalía que adopta la forma transfigurada de ganancia.
Cuando el
capitalista utiliza en la producción capital de préstamo, ha de entregar parte
de la ganancia al prestamista. En consecuencia, la ganancia se divide en dos
partes: la ganancia del empresario, de la que se apropia el capitalista
industrial o comercial, y el interés, del que se apropian los capitalistas que
han prestado el dinero.
Formas
de crédito: los bancos y sus operaciones
Las operaciones
bancarias son todas aquellas operaciones de crédito practicadas por el banco de
manera profesional, como eslabón de una serie de operación operaciones activas
y similares. Los bancos, antes de conceder un crédito deben tener en cuenta la
situación del futuro deudor, que comprende no sólo sus condiciones personales,
sino también su solvencia económica.
Entre las formas
de crédito bancario que se pueden citar se encuentran, los descuentos, las
pólizas y el descubierto.
Los descuentos se
dividen en descuentos de tipo comercial y de tipo financiero, entre los que se
encuentran los siguientes:
- Descuentos de tipo comercial: este tipo de crédito es mediante el cual la entidad financiera anticipa a su cliente el cobro de los efectos comerciales, los mismos pueden ser de letras de cambio, recibos, pagarés o cualquier otro medio de pago.
- Descuentos de tipo financiero: se establece mediante una letra de cambio, la cual es descantada y produce un líquido (efectivo) que se ingresa en la cuenta corriente de cliente en cuestión.
Cuenta de Crédito: es la póliza
mediante la cual un Banco o caja de ahorros se compromete a poner a disposición
del cliente la cantidad acordada.
Descubierto en cuenta corriente:
esto sucede con los adeudos de letras, los recibos domiciliados, el mejor
ejemplo de esto es cuando el banco cobra de la cuenta del cliente, aunque el
cliente no tenga fondos en su cuenta, en este proceso se le da un periodo para
pagar la cantidad adeudada.
Excedidos en cuenta de crédito: esto
sucede cuando el cliente supera el límite de crédito que se le ha otorgado, por
ejemplo, las tarjetas de crédito las cuales dan un límite de crédito específico
el cual puede ser superado en la mayoría de los casos por el 15% del monto
total disponible. Este tipo de crédito suele tomar distintas modalidades en la
práctica empresarial y en los mercados a nivel internacional.
Las
sociedades anónimas
La sociedad
anónima (S.A.) es una forma de organización de tipo capitalista muy utilizada
entre las grandes compañías. Todo el capital se encuentra dividido en acciones,
que representan la participación de cada socio en el capital de la compañía. La
fundación de una Sociedad Anónima requiere un capital mínimo bastante alto.
En prácticamente
todas las legislaciones del mundo, una S.A. requiere dos o tres órganos
obligatorios:
- La Junta General de Accionistas (o Asamblea) es el órgano en el que se reúnen todos los accionistas. Uno de sus cargos es la elección de los administradores de la compañía.
- Los administradores de la sociedad son los gerentes que forman la ejecutiva y al mismo tiempo son el órgano representativo.
- El tercer órgano, que no existe en todos los países, es el consejo de vigilancia. Sus miembros tienen la tarea de supervisar a los administradores.
El
capital ficticio y la circulación de monedas en los países capitalistas
La expresión
capital ficticio fue introducida por Marx para designar aquellos activos
financieros cuyo valor no se corresponde con algún capital real; el caso
paradigmático son los títulos públicos. Es que cuando un gobierno emite títulos
para cubrir sus gastos corrientes, el dinero que recoge no entra en algún
circuito de valorización, y por lo tanto no es capital. Por eso Marx destaca
que el precio del título no representa capital, o valor en proceso de
valorización. Un pagaré o un bono del Estado solo dan a su propietario el
derecho a participar de una parte de la plusvalía, bajo la forma de los
impuestos que recaude el gobierno.
En Marx,
encontramos tres grandes formas de capital ficticio: el capital bancario, la
deuda pública y el capital accionario; todos ellos expresan las formas
desarrolladas en la época en que se escribió El Capital. Si agregamos el actual
mercado de derivados, tenemos, entonces, casi todo el capital ficticio que
impulsa la acumulación de capital y que forma el conjunto de capitales que
conducen al proceso de acumulación en general y las formas particulares de
gestión de unidades individuales de capital, en esta fase del capitalismo financiado.
LAS
CRISIS ECONÓMICAS EN EL CAPITALISMO
Una de las
características históricas más perceptibles del capitalismo como sistema
económico y en tanto que conjunto articulado de procesos de civilización, es su
inestabilidad.
Desde el momento
de su eclosión histórica, en la segunda mitad del siglo XVI, el sistema
económico se abrió lugar en un régimen feudal que nunca se acostumbró a
depender tanto de la madre naturaleza para reproducirse a sí mismo. Hasta la
segunda parte del siglo XVIII las crisis económicas fueron el resultado de un
desenganche entre la capacidad productiva de los hombres y la capacidad reproductiva
de la naturaleza.
Los marxistas alguna
vez, creyeron que tales perturbaciones podrían conducir al derrumbe histórico
del sistema capitalista como una totalidad, es decir, no sólo en sus niveles
económicos y financieros, sino también sociales, políticos y culturales. Estos
analistas siguen sosteniendo que las políticas económicas, coyunturales o
estructurales, y la propia modificación interna del sistema, pueden atenuar
algunas manifestaciones del ciclo, pero no pueden eliminarlo de raíz, como
decíamos atrás, ya que forma parte del carácter intrínsecamente contradictorio
del sistema.
La
base de las crisis capitalistas de superproducción
La crisis
económica de superproducción es una fase del ciclo capitalista caracterizada
por el estallido de todas las contradicciones de la economía capitalista. Se
manifiesta en la superproducción de mercancías y en el hecho de que se acentúan
bruscamente las dificultades de venta. Las empresas, o se cierran o reducen
sensiblemente la producción de mercancías, crece el paro forzoso en masa,
desciende en alto grado el nivel de vida de los trabajadores, se altera el
comercio, se desequilibran las relaciones monetarias y crediticias, quiebran
firmas industriales comerciales y bancarias.
El capitalismo
sale de la crisis destruyendo parte de las fuerzas productivas (cierre de
empresas, destrucción de mercancías), acentuando la explotación de los
trabajadores y también renovando el capital fijo.
Carácter
cíclico de la reproducción capitalista
El ciclo
capitalista es el movimiento de la producción capitalista a través de fases que
guarden entre si una relación de sucesión: crisis, depresión, reanimación y
auge. El conjunto de fases entre dos crisis forma un ciclo capitalista. La base
del desarrollo cíclico de la producción capitalista es la crisis, fase
principal del ciclo capitalista. Cada crisis, culminación de un ciclo, inicia
un nuevo ciclo.
En la crisis
estallan las contradicciones que se han ido acumulando durante el precedente
ciclo de la producción capitalista. A la crisis sigue la depresión, lo que se
caracteriza por el hecho de que se detiene el descenso de la producción y se
entra en un período de estancamiento. En la fase de la depresión se crean las
premisas de la subsiguiente reanimación y del auge. Los procesos fundamentales
característicos de cada una de las fases del ciclo contribuyen a crear las
condiciones que permiten pasar a la fase siguiente. El carácter cíclico
constituye una propiedad orgánica del desarrollo de la producción capitalista.
Las
crisis agrarias y alimentarias en el capitalismo
Las crisis
agrarias es la crisis económica de superproducción en la agricultura de los
países capitalistas. La mengua de la producción industrial y el descenso de la
capacidad adquisitiva de la población trabajadora hacen que disminuya la
demanda de productos del campo. Durante la crisis agraria se reduce la demanda
de maquinaria agrícola, de abonos minerales y otras mercancías industriales.
La primera crisis
agraria se produjo entre 1870 - 1875, y duró hasta la segunda mitad de la
última década del siglo: la crisis agraria subsiguiente abarcó desde 1920 hasta
la segunda guerra mundial. Después de esta guerra, se inició una nueva crisis
agraria, que aún subsiste. Todas estas crisis obedecen, por una parte, a una
causa general: se agudiza la contradicción entre el carácter social de la
producción y la forma capitalista privada de la apropiación; mas, por otra
parte, a causas específicas relacionadas con los importantes cambios habidos en
la producción agrícola en el marco de la economía capitalista mundial.
Durante la crisis,
los capitalistas que toman tierras en arriendo, procurando que el peso de la
renta recaiga sobre los trabajadores, disminuyen el salario a los obreros
agrícolas, y en parte pagan la renta a costo de reducir el capital invertido en
la agricultura; de este modo se hace difícil renovar el capital fijo y salir de
la crisis lo cual, a su vez, determina su extraordinaria duración. Durante la
crisis, los campesinos pequeños y medios, en su esfuerzo por evitar la ruina y
mantenerse en sus tierras intensificando hasta un grado extremo su propio
trabajo, aumentan la producción de artículos que ya no se venden, con lo cual
se hace más difícil aun superar la crisis, y muchos campesinos se arruinan, se
les priva de su propiedad y de medios de vida.
Las
crisis económicas periódicas y la agudización de las contradicciones en el
capitalismo
Ordinariamente,
las crisis capitalistas de superproducción tienen un carácter general.
Comienzan en una rama cualquiera de producción y se extienden rápidamente a
toda la economía nacional. Surgen en uno o en varios países y se hacen
extensivas luego a todo el mundo capitalista.
En los tiempos de
crisis, el Estado burgués acude en ayuda de los capitalistas mediante subsidios
en dinero, que en definitiva pagan las propias masas trabajadoras. El Estado,
valiéndose de su aparato de violencia y de coerción, ayuda a los capitalistas a
mantener la ofensiva contra el nivel de vida de la clase obrera y los
campesinos. Esto refuerza la depauperación de las masas trabajadoras. Al mismo
tiempo, las crisis ponen de manifiesto la impotencia del Estado burgués ante la
acción de las leyes espontáneas del capitalismo.
A este efecto, los
economistas declaran que la causa superior de las crisis debe buscarse, bien en
la infracción “casual” de la proporcionalidad entre las ramas de la producción,
o bien en el rezagamiento “pasajero” del consumo respecto a la producción, y
recomiendan que se aseguren formas de “consumo” como la carrera de armamentos y
las guerras. Pero, en realidad, tanto la desproporcionalidad de la producción
como la contradicción entre la producción y el consumo son formas inevitables
bajo las que se manifiesta la contradicción fundamental del capitalismo.
CONCLUSIÓN
Para Marx la concentración de los
capitales en manos de unos pocos hombres, indica que se produce una “centralización”
de esos capitales a la que define como “la aglutinación de muchos capitales
pequeños para formar unos cuantos capitales grandes”. A medida que crece la
acumulación de capital, la competencia empuja a los capitalistas a asociarse
creando empresas cada vez más grandes que tienen mayor poder en el mercado,
formando así los monopolios.
Las contradicciones del capitalismo,
según Marx, llevarían inevitablemente a su hundimiento. El proletariado jugaría
el papel central: su lucha contra los capitalistas conduciría al
establecimiento de la dictadura del proletariado, como etapa de transición a la
nueva sociedad sin clases y, por lo tanto, sin explotadores ni explotados, a la
sociedad comunista. Esta transformación revolucionaria de la sociedad acabaría
con las viejas relaciones de propiedad.